Si lees con frecuencia las publicaciones del blog de SafePool365, sabrás que el filtro es parte clave del mecanismo que compone la depuradora de la piscina. De él depende fundamentalmente la limpieza y purificación del agua, para que esta sea apta para el baño. El filtro elimina las impurezas que, en ocasiones, sólo percibimos cuando la piscina ya está demasiado sucia.
Como imaginas, existen diferentes tipos de filtros para piscinas, aunque todos funcionan del mismo modo. El agua de la piscina es succionada por el skimmer y sumidero por la potencia suministrada por la bomba. Esta pasa después a un tanque o depósito que contiene un material especial de filtrado. Acto seguido, regresa a la piscina para completar el ciclo. En función del uso que se le dé a la instalación, lo aconsejable es un ciclo completo del agua de la piscina por día.
Qué es el ciclo
Es el paso de toda el agua de la piscina a través del filtro. La duración del proceso depende del tamaño de la piscina, de la potencia de la bomba y del motor y de la capacidad del filtro utilizado. La duración del ciclo no ha de ser excesiva. Lo recomendable son unas 8 horas para una piscina residencial.
Tipos de filtros
1.- Filtros de arena
Son los más populares y los que requieren menor mantenimiento. La arena es un agente de filtrado natural y este principio se aplica al sistema de filtración. El agua se limpia pasando a través de un depósito de arena. La principal ventaja de este mecanismo de depuración es la durabilidad del filtro, de incluso diez años, aunque es aconsejable cambiarlo a los siete. Es también extremadamente fácil de limpiar.
2.- Filtros de cartucho
Son cartuchos reemplazables que duran aproximadamente un año y han de limpiarse cada semana. Su funcionamiento es parecido a los filtros de diatomeas, aunque la filtración se realiza sobre la base de materiales manufacturados. La gran ventaja es la facilidad de limpieza y de instalación.
3.- iltros de diatomeas
Son los más sofisticados. Las diatomeas son seres microscópicos fosilizados que actúan a modo de agentes filtrantes, como micro-esponjas dejando pasar el agua y conteniendo toda la suciedad, incluso la imperceptible para el ojo humano. El precio de los equipos es más elevado que las alternativas previas de arena y cartucho. Permiten el contra-lavado y por eso su limpieza también es muy sencilla.
Cuál conviene en cada caso
Hay que tener en cuenta factores como el presupuesto o la posibilidad de acometer un mantenimiento regular. Hay que pensar en la capacidad de la piscina y en la potencia de la bomba. Con estos datos y con la ayuda de nuestra app SafePool365, valoraremos cuestiones como el tamaño del filtro para obtener un ciclo de una duración adecuada. Un consejo es optar siempre por el modelo de mayor capacidad. Lo mismo decimos de la bomba, que tiene que estar siempre compensada con el filtro.
Si nos centramos en la eficiencia, los filtros de diatomeas son los mejores, con una capacidad de filtración de unas 7 micras. A continuación están los filtros de cartucho, con cerca de 20 y, al final, los de arena, con 60.
Insistimos en que, para que el filtro realice correctamente su función, debe acometerse un mantenimiento periódico. La frecuencia depende del uso de la piscina. No será lo mismo en el caso de una piscina municipal que en una privada.